El Proceso de Autoevaluación conlleva un análisis profundo del contexto educativo en el cual se desarrolla un programa de estudios y del programa de estudios propiamente tal. Este análisis se basa en una mirada interna llevada a cabo por todos aquellos que participan en el proceso de formación de los estudiantes, en relación a criterios de evaluación externos y comunes a nivel nacional para programas similares.
La autoevaluación finaliza con la identificación de las fortalezas y debilidades que presenta el programa, como una manera de mantener y potenciar los ámbitos positivos y, asumir el desafío de superar las falencias. Para ello, se compromete un Plan de Mejora [1] que permite avanzar en pos de un avance en el programa de formación.
La implementación y monitoreo del plan de mejora, viene a sumarse a la lógica de mejora continua que se asume como parte integrante del hacer universitario y que responde al compromiso de Asegurar la calidad y efectividad de los procesos formativos de pregrado asumido por nuestra Universidad.
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