Evaluación Intermedia PUCV destaca como exitosa experiencia en Escuela de Pedagogía
La docente de la Escuela de Pedagogía, Monserrat Polanco, consideró la evaluación como una excelente herramienta para la mejora en la enseñanza y el aprendizaje. Cabe destacar que la Unidad de Mejoramiento de la Docencia Universitaria fue la encargada de realizar la evaluación, y ésta se aplicó entre el lunes 4 y viernes 8 de mayo.
Con el objetivo de evaluar tempranamente la docencia de algunas asignaturas, la Vicerrectoría Académica de la PUCV, a través de su Unidad de Mejoramiento de la Docencia Universitaria (UMDU), impulsó la aplicación de una Evaluación Intermedia PUCV en la Escuela de Pedagogía. Específicamente, en las asignaturas de “Identidad profesional docente” y “Fundamentos filosóficos y sociales de la comunicación”.
La Evaluación Intermedia PUCV es un tipo de evaluación diseñada para retroalimentar cualitativamente y de forma oportuna a los docentes respecto a los cursos que están implementando y así, poder mejorarlos durante el transcurso del semestre. Según David Contreras, Director de la UMDU, la Evaluación Intermedia “es una eficaz herramienta para detectar las fortalezas y los aspectos a mejorar no sólo de los docentes, sino que también de los estudiantes, y de esta forma, fortalecer tanto la enseñanza como el aprendizaje”.
 Según la docente Monserrat Polanco, la relación con su curso se ha vuelto más estrecha luego de la Evaluación Intermedia PUCV |
Las asignaturas congregan a 11 cursos de las carreras de Educación Básica, Educación Física, Filosofía, Inglés, Castellano y Comunicación, Educación Especial y Educación Parvularia. En total, 5 profesores fueron evaluados con este instrumento, entre los cuales destaca la docente Monserrat Polanco, Profesora de Historia y Geografía y Magíster en Educación de la PUCV.
UNA EXPERIENCIA EXITOSA
Para la académica, sería muy positivo que la Evaluación Intermedia PUCV fuera una práctica institucionalizada, sistemática y también arraigada en la cultura de los profesores de la Universidad. Si bien reconoce realizar este tipo de evaluación de forma autónoma, también considera necesario a veces tomar distancia del proceso y dejar que alguien externo se haga cargo, tal como hizo la UMDU.
Polanco recuerda que en el periodo en cual se aplicó la evaluación, entre el 4 y 8 de mayo, los estudiantes se mostraron muy interesados en participar del proceso. Incluso discutieron las preguntas y las respuestas por sobre el tiempo estimado. Para la docente, los estudiantes entendieron perfectamente la metodología y sugirieron “experiencias que yo podría realizar para facilitar el trabajo de ellos, y fue muy interesante”.
La académica asegura que obtuvo ideas atractivas para incorporar en sus clases, y de hecho, ya ha aplicado algunas de ellas en el aula. “Yo encontré que nuestra relación (con su curso) si bien es cierto ha sido bastante buena, yo creo que ahora está más estrecha aún”, concluye Polanco. Su experiencia coincide con lo que señala la literatura respecto de los beneficios de este tipo de evaluación, mejorando el ambiente de aprendizaje del aula y generando una comunicación más estrecha entre profesor y estudiante.
Por Francisco Rivera A.
Unidad de Mejoramiento de la Docencia Universitaria
